martes, 18 de noviembre de 2014
Suspensos
Los suspensos, para mi, son como las patadas: al principio duele, pero cuando se te pasa quieres devolverla. Por eso, los suspensos deben ser una motivación y no una forma de desmotivar, ya que te dan una lección, ya sea que no has trabajado lo suficiente o que hay algo que creías hacer bien pero que no es así. Por ello, las pocas veces que he suspendido en mi vida, primero he llorado, pero cuando me he despejado, lo único que he hecho ha sido trabajar para mejorarlo, que es lo que hay que hacer, en vez de entristecerse, hundirse y pensar que no serás capaz de conseguir lo que te propongas. Los exámenes al fin y al cabo son otra forma de enseñarnos lecciones en la vida, ya no solo teórica, sino prácticamente, ya que te dan la lección de que no debes rendirte, sino esforzarte para lograr tus objetivos.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario