martes, 11 de noviembre de 2014
Buenas noticias
Hace una semana o dos, a mi mejor amiga le dieron la mejor noticia que podían darle: su madre está curada. Desde el principio todos se lo decían, aunque a ella le costaba creerlo por la dureza de la palabra que da nombre a la enfermedad que su madre ha padecido. Ella ahora está recuperándose del susto, intentando olvidar lo inolvidable, pues después de todo, tras haber superado la enfermedad, queda otra parte casi igual de difícil: superar el trauma y seguir para adelante. Yo se que ella, aunque en determinados momentos pueda necesitar ayuda, va a salir adelante. Para ella ha sido un palo enorme pasarse todo un verano encerrada en casa sin separarse de su madre por si le pasaba algo. Incluso ahora le cuesta. La pobre ahora está obsesionada con que ni ella ni nadie a quien ella quiera vuelva a padecer algo semejante, ya han tenido suficiente con la experiencia de su madre y no necesitan ni quieren más. Desde la distancia que nos separa, yo quiero desearle a mi amiga buena suerte, decirle que me alegro muchísimo de que al final todo haya quedado en un susto (un gran susto de echo) y darle mucho ánimo, porque el camino que le queda por recorrer aún es largo y está lleno de baches, pero ella solo tiene que verlos y saber saltarlos.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario