viernes, 16 de mayo de 2014

Mal día

Hoy llevo un día de perros. Haga lo que haga, me sale mal. Primero, me empujan y me caigo. Me hago un moratón en cada rodilla y la gente se carcajea porque "tengo el moratón ahí por ponerme a cuatro patas". Después de un día de soportar todo tipo de vaciles que me han hartado sobremanera, llego a mi casa y a mi madre no se le ocurre otra cosa que ponerme para comer espinacas, la comida que más odio en el mundo. Luego, al quedar con mis amigos para ir a dar una vuelta, me quería cambiar de ropa y descubro que tenía arrugada la camiseta que me quería poner y mi madre no tenía ganas de planchar, así que al final no he podido cambiarme. Luego, he quedado con mis amigos y no sabían comentar otra cosa que mis moratones, así que, muy dolida y medio llorando de rabia e impotencia, he vuelto a mi casa. Hoy es para mí uno de esos típicos días que te gustaría no haber vivido y poder olvidar, pero estoy segura de que mañana llegará algún tonto a recordármelo.

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